¿PRÉSTAMO, LEASING O RENTING?
Patrick Gordinne Perez2024-06-15T07:16:03+00:00Muchas empresas le consultan sobre la mejor forma de financiar la adquisición de vehículos. ¿Les interesa el ‘renting’ o, por el contrario, es preferible utilizar un préstamo tradicional o un ‘leasing’?
¿Qué es mejor un renting o un leasing?
Un contrato de leasing suele ser más flexible y permite la adquisición del activo al final del contrato, mientras que un contrato de renting ofrece una mayor simplicidad y la posibilidad de incluir servicios adicionales en la cuota mensual.
Además, el leasing puede implicar una mayor inversión inicial y una mayor responsabilidad en cuanto al mantenimiento del activo, mientras que el renting suele incluir servicios de mantenimiento y reparaciones en el contrato.
También, el leasing puede ofrecer ventajas fiscales al considerarse una inversión, mientras que el renting se trata más como un gasto operativo.
Supongamos que eres un emprendedor y necesitas un vehículo para tu negocio. Aquí es donde entran en juego dos opciones muy populares: el renting y el leasing.
El renting sería como alquilar un coche a largo plazo, donde pagas una cuota mensual y la empresa se encarga de todos los gastos asociados al vehículo, como el seguro, mantenimiento y reparaciones.
Por otro lado, el leasing sería más como un préstamo a largo plazo, donde al final del contrato tienes la opción de comprar el vehículo por un valor residual.
Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y es importante entender cuál se adapta mejor a tus necesidades y presupuesto.
Imagínate que decides optar por el renting para tu negocio.
Esto significa que no tendrás que preocuparte por los imprevistos que puedan surgir con el vehículo, ya que la empresa de renting se encargará de todo.
Por otro lado, si decides por el leasing, tendrás la posibilidad de adquirir el vehículo al final del contrato por un valor previamente establecido.
Es importante tener en cuenta que en el leasing, al final del contrato, deberás decidir si quieres quedarte con el vehículo o devolverlo.
En resumen, tanto el renting como el leasing son opciones atractivas para obtener un vehículo para tu negocio, cada una con sus propias características y beneficios.
El renting te ofrece comodidad y tranquilidad al no tener que preocuparte por los gastos adicionales, mientras que el leasing te brinda la posibilidad de adquirir el vehículo al final del contrato.
Antes de tomar una decisión, es fundamental analizar tus necesidades y evaluar cuál de estas opciones se ajusta mejor a tu situación particular.
¿PRÉSTAMO O ‘LEASING’?
Préstamo
Aspectos financieros del préstamo
La opción más sencilla es el préstamo: el banco pone a disposición de la empresa el dinero para que ésta pague al concesionario, que expedirá la factura correspondiente.
- Si la empresa desarrolla una actividad en la que puede deducirse el IVA, conviene financiar el precio sin IVA, ya que podrá recuperar el impuesto en sus declaraciones periódicas.
- El banco informará de esta operación a la Central de Información de Riesgos (CIRBE), de forma que ese endeudamiento será “visible” para las demás entidades financieras.
Contabilidad del prestamo
Los vehículos adquiridos aparecerán en el balance como un inmovilizado material por su precio de adquisición (su contrapartida en el pasivo será la deuda con el banco). Y a efectos fiscales, serán deducibles los intereses del préstamo y la amortización contable.
Si la empresa es de reducida dimensión (en general, si en el ejercicio anterior facturó menos de 10 millones de euros) también podrá aplicar incentivos fiscales: podrá acelerar las amortizaciones o incluso aplicar la libertad de amortización por creación de empleo (en este último caso, siempre que aumente su plantilla en los términos previstos por la ley).
‘Leasing’
Diferencias y similitudes
Con el leasing, la empresa no será propietaria jurídica del vehículo: éste será de la compañía de leasing, que lo cederá a cambio de una cuota mensual más IVA.
- Para ser propietaria jurídica, la empresa deberá ejercer la opción de compra que acompaña al leasing, y pagar el valor residual del vehículo (que, en general, es una cuota adicional).
- Sin embargo, en materia contable y económica, el leasing es prácticamente idéntico al préstamo: el vehículo aparecerá en el balance como inmovilizado material (y en el pasivo aparecerá la deuda). El banco, además, comunicará la deuda al CIRBE.
A efectos contables, priman las condiciones económicas de la operación:
A la hora de adquirir sus activos, su empresa suele recurrir a la financiación mediante ‘leasing’. No obstante, si es de reducida dimensión, ¿sabe que en ciertos casos puede ser más conveniente formalizar un préstamo?

¿QUÉ FINANCIACIÓN INTERESA MÁS?
Régimen de ‘leasing’
Cuando su empresa precisa adquirir algún activo y debe financiar su compra, siempre recurre al leasing por las ventajas fiscales que ofrece.
Dicha forma de financiación le permite amortizar el activo más rápidamente y así diferir la tributación en el Impuesto sobre Sociedades, obteniendo con ello ahorros financieros. En general:
- Por un lado, como ocurre con los préstamos, su empresa podrá deducirse como gasto la parte de las cuotas del leasing correspondiente a los intereses.
- Asimismo, podrá deducirse la parte de recuperación del coste (es decir, de devolución del principal), con el límite del triple del coeficiente de amortización máxima del activo.
Dicho límite es del doble del coeficiente de amortización máximo en caso de empresas que no sean de reducida dimensión.
Amortización acelerada de pymes
Pues bien, no actúe por inercia: verifique en cada activo si realmente le interesa financiarlo mediante leasing o le conviene más recurrir a un préstamo.
Si va a adquirir activos nuevos, el incentivo de la “amortización doble” (que permite aplicar el porcentaje de amortización máximo de tablas multiplicado por 2) puede ser más ventajoso que el régimen de leasing.
Según el plazo de amortización.
En general, la “amortización doble” será más beneficiosa en caso de activos nuevos que, al aplicar dicho incentivo, queden fiscalmente amortizados antes de que finalice el plazo de duración del leasing.
Así pues, cuanto mayor sea el coeficiente de amortización del activo y mayor sea el plazo de devolución del dinero prestado por el banco, más posibilidades habrá de que convenga más un préstamo que un leasing .
Ejemplo préstamo o leasing
Vehículos
Su empresa, de reducida dimensión, adquiriere unos vehículos nuevos por 200.000 euros que tienen un coeficiente de amortización máximo de tablas del 16%.
Vea cuál será la amortización fiscal que podrá deducirse cada año y lo que dejará de pagar en su Impuesto sobre Sociedades si financia la compra a un tipo de interés del 6% en un plazo de cinco años:
Año | ‘Leasing’ | Préstamo (Amortización x 2) | ||
Amortiz. fiscal | Ahorro IS 25% | Amortiz. fiscal | Ahorro IS 25% | |
1 | 35.361 (1) | 8.840 | 64.000 (2) | 16.000 |
2 | 37.542 | 9.386 | 64.000 | 16.000 |
3 | 39.857 | 9.964 | 64.000 | 16.000 |
4 | 42.315 | 10.579 | 8.000 | 2.000 |
5 | 44.925 | 11.231 | – | – |
En este caso, la amortización fiscal coincide con la recuperación del coste. En los leasings, la amortización fiscal es el menor entre la recuperación de coste y tres veces la amortización máxima de tablas.
200.000 x 16% x 2.
Ahorro financiero
En este caso concreto, financiar la compra de los vehículos mediante un préstamo “normal” y así poder aplicar la amortización doble de pymes (en lugar del régimen de leasing ) supone una mayor amortización de los activos y un mayor ahorro financiero de 2.521 euros (calculado a un tipo del 6%), por lo que es más conveniente recurrir a un préstamo.
Antes de formalizar un ‘leasing’, verifique si solicitando un préstamo y aplicando la amortización doble de pymes puede amortizar más rápidamente el activo que a través del régimen de ‘leasing’. Así obtendrá un mayor ahorro financiero.